Esta receta es ideal para el verano, se puede servir caliente o fría, pero a nosotros nos gusta más bien fría.
En verano, cuando el huerto empieza a producir calabacines tan generosamente ( el calabacín es un cultivo muy agradecido, siembras las semillas directamente en el terreno y solo hay que preocuparse de regar, y de pocas plantas tienes producción para consumo propio y para regalar), esta receta es una de las muchas formas de darle salida.
Ingredientes para 4 personas:
1 calabacín grande ( o dos medianos).
2 cucharadas de aceite.
Leche.
2 cucharadas colmadas de queso crema.
1 pellizco de sal.
Pimienta blanca al gusto.
Pelamos los calabacines y los cortamos en pedazos , en una cazuela ponemos el aceite y rehogamos un poco el calabacín ya cortado.
Una vez rehogado, echamos la sal y la leche también en la cazuela, sin llegar a cubrir el calabacín porque si no luego quedará muy líquido. Dejamos cocer a fuego lento, cuando esté listo, lo vertemos todo en el vaso de la batidora, echamos el queso crema y la pimienta blanca y batimos el tiempo suficiente para que forme una crema muy suave y fina sin grumos.
Cuando esté lista dejamos enfriar. Servimos como más nos guste, pero yo recomiendo fresquita.
Las hojas que he puesto de adorno en la foto son de estevia, es lo que tenía a mano en ese momento, acababa de limpiarlas para dejarlas secar y luego utilizarlas en mis infusiones.
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